Las disfunciones auditivas en personas con TEA pueden manifestarse de diversas maneras, como hipoacusia, hiperacusia, dificultad para escuchar en entornos ruidosos y problemas para procesar los sonidos del habla. La hiperacusia, en particular, es una de las formas más comunes. 

Se estima que entre el 15% y el 40% de las personas con TEA experimentan hiperacusia. Por ello, si sospechas que tu hijo podría tener problemas auditivos, es fundamental consultar a un otorrinolaringólogo para descartar condiciones como la sordera.

Para muchas personas con autismo, los sonidos no se perciben de la misma manera que en quienes no lo tienen. Algunos pueden sentirlos como demasiado intensos, otros pueden tener dificultades para filtrar el ruido del entorno, y algunos pueden enfrentar desafíos en la forma en que procesan la información auditiva.

🔹Hipersensibilidad auditiva (Hiperacusia): Los sonidos cotidianos pueden ser demasiado fuertes o incluso dolorosos.

🔹Dificultad para filtrar ruidos de fondo: Esto puede hacer que sea complicado seguir una conversación o participar en actividades sociales.

🔹Procesamiento auditivo atípico: Pueden escuchar bien, pero interpretar los sonidos de manera diferente, lo que afecta su comprensión y respuesta a los estímulos sonoros.

La detección temprana es crucial, ya que puede mejorar significativamente las oportunidades de intervención y apoyo.

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